La Vida Ficticia de Norman

En el pasado, cuando Norman era un pequeño adolescente en el siglo diecinueve, era un niño muy pobre y no podían pagar nada. Sus padres trabajan todos los días pero sólo ganan un salario mínimo. Le encantaba comer donas, pero no podían comprar nada, ni siquiera un solo trozo de dona. Norman puede comer una dona una vez al año en su cumpleaños.

Y así, cada vez que él y su familia visitaban la tienda de donas, el panadero, que es el dueño de la tienda, se sentía muy mal y se daba cuenta de que venían a la tienda con solo un dólar en el cumpleaños de Norman y con ropa pobre. De repente, al panadero se le ocurre un plan. Cree en dejar que Norman trabajara con él en la tienda de donas todos los días y darle un paquete de donas gratis por su trabajo. 

Así que, en el próximo año, se lo contó a la familia de Norman. Su mamá está de acuerdo con la idea, pero su papá dudó con lo que dijo el panadero, pero al final del día, todavía está de acuerdo. Apreciaron la idea del panadero y obligaron a Norman a trabajar en la tienda. Se siente muy emocionado y confiado cuando escucha que puede trabajar en la tienda. Un día después de su cumpleaños, él trabajó en la tienda de donas por primera vez. Aunque no es un experto en hornear donas, el dueño le enseña cómo hornear una dona perfecta.

Esto continuó durante dos a cuatro años y pronto pudo ganar lo suficiente para prepararse para la universidad. El propietario también le dijo a Norman que sería él quien tomaría su lugar cuando él (el panadero) se jubilara pronto. Después de que Norman se graduó de la universidad, se convirtió en un campeón de caligrafía juguetón, ganó una prueba de escritura a mano en inglés y ganó un millón de dólares.