Narrador: Era una mañana soleada en la oficina de Innovatech, una empresa reconocida por su enfoque agresivo en el mercado. Yessica, una joven idealista que trabajaba en el departamento de recursos humanos, revisaba con atención las solicitudes de empleo cuando algo en el currículum de Julia, una nueva candidata, le llamó la atención.  

 Yessica: Está joven tiene una gran experiencia, pero parece que ha trabajado en empresas donde la ética no era una prioridad. Debemos asegurarnos de que comparta nuestros valores. 

Narrador: Mientras tanto, en otra oficina, Ernesto, el experimentado gerente que solía priorizar los resultados sobre cualquier otra cosa, revisaba las cifras del último trimestre. La presión por alcanzar los objetivos lo hacía contemplar una solución poco ética. 

Ernesto: Si logramos que este nuevo empleado firme un contrato menos favorable, podríamos ahorrar bastante dinero. Al final, lo que importa son los resultados. 

Narrador: Desde su escritorio cercano, Wendy, la asistente administrativa, quien siempre actuaba conforme a sus creencias religiosas, no pudo evitar escuchar y decidió intervenir. 

Wendy: Ernesto, eso no está bien. Debemos tratar a todos con respecto y honestidad. Mis creencias me enseñan que debemos actuar con integridad. 

Narrador: Yessica, preocupada por la situación, decidió llevar el tema a una reunión con Ernesto y Wendy. Julia, la nueva empleada, aunque nerviosa, decidió unirse a la conversación, decidida a expresar su opinión.