
Daba vueltas para un lado y para el otro, abría y cerraba los ojos, bostezaba. No podía dormir. Y eso era terrible para Romualdo. Porque Romualdo era gato y los gatos duermen por lo menos catorce siestas diarias. Pero Romualdo no podía dormir ni un poquito. Y no porque no tuviera sueño, sino porque tenía pesadillas.
Pesadillas horribles, espantosas, horrorosas. Para un gato, claro.
Como aquella en la que un perro enorme con cara de malo y dientes ´puntiagudos lo corría por todos lados. O aquella en la que le cortaban los bigotes.

O la otra en la que la panza le hacía ruido porque alguien se comía su ensalada de atún. (Que era su comida preferida)
O la peor de todas las pesadillas gatunas: aquella en la que lo metían de cabeza en el agua para darle un baño (algo que casi ningún gato puede soportar).
- Full access to our public library
- Save favorite books
- Interact with authors

Daba vueltas para un lado y para el otro, abría y cerraba los ojos, bostezaba. No podía dormir. Y eso era terrible para Romualdo. Porque Romualdo era gato y los gatos duermen por lo menos catorce siestas diarias. Pero Romualdo no podía dormir ni un poquito. Y no porque no tuviera sueño, sino porque tenía pesadillas.
- < BEGINNING
- END >
-
DOWNLOAD
-
LIKE(3)
-
COMMENT()
-
SHARE
-
SAVE
-
BUY THIS BOOK
(from $2.99+) -
BUY THIS BOOK
(from $2.99+) - DOWNLOAD
- LIKE (3)
- COMMENT ()
- SHARE
- SAVE
- Report
-
BUY
-
LIKE(3)
-
COMMENT()
-
SHARE
- Excessive Violence
- Harassment
- Offensive Pictures
- Spelling & Grammar Errors
- Unfinished
- Other Problem
COMMENTS
Click 'X' to report any negative comments. Thanks!