Érase una vez un pueblo llamado Plasencia de Jalón. se encuentra cerca de Zaragoza y tiene más de 350 habitantes. Ellos son muy felices viviendo en un pueblo tan, tan tranquilo

En la plaza del pueblo vive Juanita, su mamá trabaja en Zaragoza y tiene que viajar todos los días. Su gato le hace compañía cuando no está su mamá en casa. 

En las afueras vive Juanito, su papá trabaja en el campo y sus mejores amigos son su perro y su oveja.

Van juntos al cole, estudian, juegan, son grandes amigos. Pasan largos ratos juntos riendo y jugando.

Un día en el cole, la profesora les mandó un trabajo para final de curso. Tenéis que traer un trabajo sobre Plasencia de Jalón.

Vamos a buscarla 

Juanita y Juanito se fueron juntos a casa después del cole pensando lo que iban a hacer. A pesar de que el pueblo no era muy grande no sabían muchas cosas sobre él.

En esos momentos se acordaron de su amiga la cigüeña. Ella vivía en la torre del campanario de la Iglesia y pensaron que como volaba muy alto, ella conocería muchas cosas sobre Plasencia y les podía ayudar. 

Cigüeña, somos tus amigos y queríamos que nos ayudases

Al llegar a la puerta de la iglesia gritaron muy fuerte:

Ella bajo de su nido del campanario y escuchó a los niños lo que tenían que hacer. Ella con la cabeza, hizo un gesto para que la siguiesen y salió volando.

Los niños la siguieron y ella se paró en una casa con unas banderas en el balcón donde encontraron a Gregorio que es el alcalde de Plasencia. Él, les contó que ese edificio era el ayuntamiento y allí era donde trabajaba e intentaba hacer que el pueblo estuviese más bonito y viviesen mejor todos los habitantes del pueblo.

Después, la cigüeña les enseñó el escudo de Plasencia de Jalón.

Les contó que el ala dorada era por una familia muy importante de Plasencia, los Lanuza y las ondas, por el río Jalón que pasa por ahí.

Juanita y Juan estaban muy contentos por aprender tantas cosas de su pueblo.

Al final volvieron a la Iglesia y se encontraron al parroco del pueblo que les contó que se llamaba San Juan y que tenía más de 200 años.

Ya tenían muchas cosas para hacer su trabajo. Se despidieron de la cigüeña agradeciéndole su ayuda y se fueron corriendo a sus casas para escribir su trabajo.

Al día siguiente lo llevaron al colegio y la profesora se alegró mucho al ver tan bonito trabajo. les puso un sobresaliente y los niños contentos y alegres fueron a contarselo a su amiga la cigüeña que les había ayudado tanto en su trabajo.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.