Dedicado a tod@s l@s que lean este cómic.
Había una vez un gato llamado Alfredo y su hermano Giliberto.
Al comienzo de nuestra historia, Alfredo estudiaba lo suficiente para aprobar.
Pero un buen día, Alfredo se instaló un juego llamado Wirecat.
Desde ese momento, Alfredo ya no estudiaba ni hacia los deberes.
Pasó un tiempo y le entregaron el boletín de notas. Alfredo entonces vio que había suspendido muchas asignaturas.
Entonces, a Giliberto se le ocurrió ponerle contraseña en el ordenador.
Alfredo se puso a estudiar 1 hora cada día.
El resto del tiempo podía jugar si había acabado las tareas.
Al final del curso, su padre se puso muy contento porque Alfredo había mejorado las notas.
¡Y además había tenido tiempo para jugar!
Dedicado a tod@s l@s que lean este cómic.
Había una vez un gato llamado Alfredo y su hermano Giliberto.